No sé si sabrán la mala prensa con la que cuenta Noruega en
lo que a su clima respecta, pero (podrán llamarme loca, jeje) sinceramente, en
mi opinión personal, tienen mucha razón los noruegos que afirman que "No hay
mal tiempo sino gente mal vestida". Sin embargo la realidad es que, al menos en
Bergen, que es donde yo pasé la mayor parte del tiempo, llueve mucho, y muy seguido. Por otro
lado, sin entrar en especificaciones en relación a la geografía ya que no
sucede exactamente lo mismo a lo largo de todo el territorio, otra certeza es
que a partir de noviembre los días son bastante cortos. Si mal no recuerdo, el
día más corto del año es el 21 de diciembre. Yo, me acuerdo de uno en
particular (a fines de noviembre) que llovió considerablemente y durante todo
el día, hizo mucho frío y pasadas las tres de la tarde empezó a oscurecer hasta
que alrededor de las cuatro ya era de noche. Como se imaginarán ésta no es
precisamente la característica más apreciada, pero, como dicen muchos (y
coincido), las diferentes actitudes frente a una misma situación pueden
cambiar el resultado.
Los noruegos (según mi percepción) tienen una gran
habilidad para redireccionar el enfoque. A toda hora y en todo hogar, hay cantidades de velas,
velitas y velones que encienden especialmente cuando empieza a bajar el sol.
Siempre me gustaron esos detalles, pero debo confesar que nunca tuve la
costumbre de hacerlo a diario sino más bien en ocasiones especiales como alguna
cena (con familia, pareja o amigos). También en todas las casas es de buen
gusto y una "regla" de buena educación, sacarse los zapatos en la entrada. Si
bien no voy a negarles que al principio me sentía rara (aunque ya sabía con qué bueyes araba, jeje) me acostumbré muy rápidamente (ya que por cuestiones climáticas, porque los pisos son generalmente de madera, porque afuera hay miles de minúsculas
piedritas que arrojan con una máquina para no resbalar, o nieve, es altamente
necesario) y, además, me enamoré de unas botitas de lana que me dieron para
usar en la casa de los papás de mi novio para que no se me enfriaran los pies.
Así que ya ven como los noruegos despliegan sus destrezas y,
en cambio de enfocar la mirada en la lluvia, el frío y la oscuridad, se las
ingenian para concentrar toda la atención en un "koselig hjem" (un hogar
acogedor, cosy home, home, sweet home…). Al menos conmigo lo lograron, y me "convencieron", jeje :P
A propósito de la palabra "koselig" (que es una de mis preferidas,
jaja), realmente creo que los identifica y no sólo por las velitas o las
botitas de lana que les cuento, sino también, por la coquetería en cada rincón
de las ciudades que es francamente impecable, la fachada de las construcciones,
la decoración del interior de las casas, ciertas costumbres, atenciones, o
lindas actitudes que tienen para recibir o dar la bienvenida a alguien…
No sé, seguramente habrá opiniones encontradas, pero para mí, por varias razones, mi adjetivo favorito (koselig) los define muy
bien… Por esos "pequeños detalles" que les mencionaba, y también de manera
generalizada.
Acá les dejo algunas fotitos de muestra...
Las botitas ♥
(en realidad, en casa de los cuñados, también
recibí otro "modelito", jeje, pero no tengo foto)
¿No son hermosas? :P
Candlelights everywhere
So cute!
Esta casa me encantó :)
Pasillos y pasillitos :P
Lovely detail ♥
Y el día que les comenté. Acá, eran un poco más de las 3 de la tarde O_o
Al mal clima linda vista, jeje... ¿Qué les parece? Les dejo un besote enorme y les deseo muy lindo finde ♥
P.D: Voy a tratar de mantener el ritmo con los posts pero está por llegar mi chanchín y, entre reuniones familiares y preparativos, quizás no tenga mucho tiempo. Espero sepan disculparme si es que me demoro un poco más que de costumbre :)
¡NOS VEMOS!