Me dieron ganas de escribir sobre esto ya que comencé, recientemente, a inmiscuirme en este tipo de asuntos. No es que no me interesaran, pero antes asistían otros miembros de mi familia y además hace ya muchos años que mi edificio cuenta (desde mi punto de vista) con un administrador que tiene una peculiar forma de realizar sus tareas, que es digna de "sacarse el sombrero". Luego de una serie de acontecimientos desafortunados y un anterior administrador que casi nos lleva al total desastre (y casi le sacaría el casi, jaja) tomó el puesto responsable, eficaz y eficientemente hasta ahora.
Resulta que posteriormente a una terrible desgracia que sufrió mi ciudad a causa de la explosión de un edificio (de lo cuál no voy a entrar en detalles ya que es un tema súper delicado y que dejó muchísimo dolor a las víctimas y a todos los ciudadanos y no considero que éste, mi blog, sea el espacio apropiado para hablar sobre el tema), probablemente como a muchos otros habitantes de edificios, decidí hacer algunas consultas (inherentes al tema) con uno de los guardias y con el gasista que trabajan en el mío. Lo que, después de contestadas mis preguntas, me dejó tranquila. Pero en la conversación, una cosa fue llevando a la otra y me enteré que había una "reunión de consorcio" para la elección de un nuevo administrador. Yo me preocupé porque, teniendo en cuenta nuestro fatídico pasado con nuestro ex administrador y la tragedia reciente en mi ciudad, creo que, contando con una persona responsable en su cargo, no era buena idea andar haciendo experimentos nuevos. Y hete aquí lo que me llevó a asistir a mi primera "reunión de consorcio".
Mi primera experiencia, si bien ya tenía cierto conocimiento de que no eran reuniones precisamente agradables, fue de un desagrado total y absoluto. No solamente porque me resulta imposible de entender (quizás por pecar de ser un poco "naive") que para discutir o expresar su punto de vista, la gente tenga que recaer en la mala educación y la falta de respeto hacia los demás. Sino también porque me llenó de bronca que, por intereses económicos o de otro tipo (sólo suposición mía y del "boca a boca"), haya personas tan irresponsables y dispuestas a hacer lo que sea, y que pasen cosas taaaaan extrañas como aparecer firmas que el supuesto autor de ellas no realizó ¿?.
Debido al extraño hecho de la "firma fantasma" ¿? y a discusiones súper acaloradas y desagradables que no llevaron a ninguna solución, la reunión terminó en nada. Se organizó un nuevo encuentro y ahí sí que por suerte se pudo resolver el tema, y gracias a la asistencia de más gente que vive en el edificio logramos que nuestro administrador siga ejerciendo su cargo. No fue tan simple como suena, tuvimos que realizar dos votaciones y a la primera costó conseguir que se le diera lugar.
Yo, por ahora, y espero que por muuuuuucho tiempo más :P, estoy conforme y contenta con el fin este problema, pero pienso: Por las dudas, no me voy a perder la próxima reunión de consorcio (aunque implique fumarme un par de horas de desagradables). No sea cosa que la próxima "firma fantasma" sea la mía, jaja. O se decida algo de lo que no estoy de acuerdo y no pude participar en la elección. Un voto más, es un voto más, ¿no?
¡NOS VEMOS!
Hay que participar y aportar para luego poder exigir resultados
ResponderBorrarSí, y sobre todo tener los ojitos bieeen abiertos.
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